CRÓNICAS DEL BUNKER (I)
COMIENZA LA CAMPAÑA ELECTORAL
Por Hugo Z. Hazckenbush
No crean. No pienso hablar de política a pesar del día.
La campaña electoral a la que me refiero es otra bien distinta.
Los purpurados del Búnker están de campaña. En el fondo llevan mucho tiempo así pero cada día lo muestran con menor vergüenza.
Ahora mismo hay varios "candidatos" a liderar el ala conservadora del Vaticano en la hipotética sucesión de Francisco. Los más ultras de la curia están como buitres carroñeros sobrevolando una Casa de Santa Marta donde reside Francisco pensando que al Papa le quedan ya los últimos estertores de su pontificado.
Ahora se destacan 3 postulantes a la sotana blanca y las llaves de Pedro: el más conocido es Raymond Burke, gringo, muy conservador, amante de la aristocracia vaticana y experto en derecho canónico, ex prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y ex cardenal patrono de la Orden de Malta.
Burke, después de tratar que la Orden de Malta con su enorme potencial económico respaldara su idea de Iglesia tradicional y de destituir al Gran Maestre que no lo consentía, fue defenestrado por Francisco y tras una corrección supuestamente fraterna al Papa (sie so es fraterno prefiero no tener hijos) desde entonces, ha preferido tener un perfil más bajo. Ahora se significa poco, salvo que algún periodista carca (que los hay y muchos) la tire de la lengua. Parece que ya no cuenta pero ....será el tapado.
Robert Sarah, guineano de habla francesa, es la gran esperanza negra. Su condición de africano y de piel negra (ese exotismo con el que los carcas intentan lavar su natural condición xenófoba) es en teoría experto en Sagrada Escritura pero son sus reiterados esfuerzos por regresar a una liturgia preconciliar los que le han granjeado las simpatías de los más tradicionalistas. Fue muy famoso su intento de regresar a la misa "ad orientem"; intento que fue un considerable fracaso pero si consiguió un pequeño éxito al cambiar la fórmula de la misa con el ya impuesto "por muchos".
Su fama de piadoso y sus escritos (es muy prolífico escribiendo) en línea de un pietismo y devoción profundos le hacían parecer el menos "interesado" en el puesto. De hecho esa modestia en la oposición le ha permitido seguir en su puesto de la Congregación del Culto Divino (si bien el Papa se encargo de situar en ella a suficientes personas en puestos clave para que Sarah no estropee más las cosas) y aunque el papa le ha desautorizado públicamente en varias ocasiones ahí sigue.
Sarah se ha desatado últimamente. Aprovechando esa "simpatía" que los "místicos" tienen entre los más piadosos, ha decidido arremeter contra las decisiones de Francisco ante la crisis de los abusos a menores.
Será uno de los más esperados en el cónclave pero no parece que tenga la simpatía de sus hermanos de púrpura probablemente sea lo que llaman "el gran elector" de la derecha: le escucharán pero no lo votarán.
Y queda Gerhard Muller, el más revoltoso. Alemán, líder junto con Brandmuller de los alemanes más conservadores, ex prefecto de la Congregación por a Doctrina de la Fe nombrado por Benedicto y editor de la antología de los textos de Benedicto XVI.
Es el más plasta. Le sentó muy mal que Francisco no renovara su mandato a pesar de que muchos de lo que se extrañaron es que no lo cesara antes. Aprovecha cada decisión de Francisco para ponerse en contra.
Es el más claro en sus objetivos: quiere ser Papa. No es seguro que sea propuesto por alguien (Brandmuller ya no votará) pero no es problema porque se propondrá él mismo.
Será claramente el quemado. El que primero será descartado para promover a alguien menos halcón, más de consenso y ahí es cuando entrarán los otros dos.
Las cosas como son no creo que ninguno salga pero estos son los que se postulan.
Estemos atentos porque con cualquiera de ellos en la silla de Pedro regresaremos a los años oscuros de represión (e incluso de inquisición si sale Sarah) y habrá que volver a las trincheras.
Vendrán por aquí a menudo. Aunque solo sea para desmontar sus argumentos.
Por Hugo Z. Hazckenbush
No crean. No pienso hablar de política a pesar del día.
La campaña electoral a la que me refiero es otra bien distinta.
Los purpurados del Búnker están de campaña. En el fondo llevan mucho tiempo así pero cada día lo muestran con menor vergüenza.
Ahora mismo hay varios "candidatos" a liderar el ala conservadora del Vaticano en la hipotética sucesión de Francisco. Los más ultras de la curia están como buitres carroñeros sobrevolando una Casa de Santa Marta donde reside Francisco pensando que al Papa le quedan ya los últimos estertores de su pontificado.
Ahora se destacan 3 postulantes a la sotana blanca y las llaves de Pedro: el más conocido es Raymond Burke, gringo, muy conservador, amante de la aristocracia vaticana y experto en derecho canónico, ex prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y ex cardenal patrono de la Orden de Malta.
Burke, después de tratar que la Orden de Malta con su enorme potencial económico respaldara su idea de Iglesia tradicional y de destituir al Gran Maestre que no lo consentía, fue defenestrado por Francisco y tras una corrección supuestamente fraterna al Papa (sie so es fraterno prefiero no tener hijos) desde entonces, ha preferido tener un perfil más bajo. Ahora se significa poco, salvo que algún periodista carca (que los hay y muchos) la tire de la lengua. Parece que ya no cuenta pero ....será el tapado.
Robert Sarah, guineano de habla francesa, es la gran esperanza negra. Su condición de africano y de piel negra (ese exotismo con el que los carcas intentan lavar su natural condición xenófoba) es en teoría experto en Sagrada Escritura pero son sus reiterados esfuerzos por regresar a una liturgia preconciliar los que le han granjeado las simpatías de los más tradicionalistas. Fue muy famoso su intento de regresar a la misa "ad orientem"; intento que fue un considerable fracaso pero si consiguió un pequeño éxito al cambiar la fórmula de la misa con el ya impuesto "por muchos".
Su fama de piadoso y sus escritos (es muy prolífico escribiendo) en línea de un pietismo y devoción profundos le hacían parecer el menos "interesado" en el puesto. De hecho esa modestia en la oposición le ha permitido seguir en su puesto de la Congregación del Culto Divino (si bien el Papa se encargo de situar en ella a suficientes personas en puestos clave para que Sarah no estropee más las cosas) y aunque el papa le ha desautorizado públicamente en varias ocasiones ahí sigue.
Sarah se ha desatado últimamente. Aprovechando esa "simpatía" que los "místicos" tienen entre los más piadosos, ha decidido arremeter contra las decisiones de Francisco ante la crisis de los abusos a menores.
Será uno de los más esperados en el cónclave pero no parece que tenga la simpatía de sus hermanos de púrpura probablemente sea lo que llaman "el gran elector" de la derecha: le escucharán pero no lo votarán.
Y queda Gerhard Muller, el más revoltoso. Alemán, líder junto con Brandmuller de los alemanes más conservadores, ex prefecto de la Congregación por a Doctrina de la Fe nombrado por Benedicto y editor de la antología de los textos de Benedicto XVI.
Es el más plasta. Le sentó muy mal que Francisco no renovara su mandato a pesar de que muchos de lo que se extrañaron es que no lo cesara antes. Aprovecha cada decisión de Francisco para ponerse en contra.
Es el más claro en sus objetivos: quiere ser Papa. No es seguro que sea propuesto por alguien (Brandmuller ya no votará) pero no es problema porque se propondrá él mismo.
Será claramente el quemado. El que primero será descartado para promover a alguien menos halcón, más de consenso y ahí es cuando entrarán los otros dos.
Las cosas como son no creo que ninguno salga pero estos son los que se postulan.
Estemos atentos porque con cualquiera de ellos en la silla de Pedro regresaremos a los años oscuros de represión (e incluso de inquisición si sale Sarah) y habrá que volver a las trincheras.
Vendrán por aquí a menudo. Aunque solo sea para desmontar sus argumentos.
Comentarios
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Se modera solo para que los friki fachas que comentan traten de ser más inteligentes. Sólo se borran los comentarios mas prescindibles.
Por cierto Juanma (es mi troll favorito) siento que te hayas arruinado, pero es motivo de alegría que tu mierda de música ya no se escuche.
Una razón más para dar gracias a Dios.