El cuervo del campanario






Por el Cuervo del Campanario

Hoy toca comentar la florida prosa de uno de los especímenes más defectuosos de la especie humana.

Se trata del nostálgico dizque periodista infovaticarca que se oculta tras un nombre de cicognida que habita en la torre de la iglesia.

El cronista de faldones y sotanas, tiene un estilo florido en el que siempre muestra su "enorme respeto" (modo ironía on) sobre su obispo y el Papa, amen de otros purpurados y consagrados, mientras les atiza verbalmente como si fuera el propietario de la doctrina cristiana.

El cuervo, que aprendió a escribir en la revista Fuerza Nueva mientras trabajaba en RENFE con enchufe trifásico, ha ensalzado a su gran amigo Blas Piñar, ha elogiado fuertemente a los cismáticos de Lefebvre, ha reprendido a obispos y cardenales cuando hacían algo que a la señora cigüeña le parecía mal y dedica su mucho tiempo de jubilado sin nada que hacer a hacer recuento de frailes y monjas sin ningún sentido.

A ver, urraca sin alas, no hace falta que diga usted que respeta mucho a su obispo o al Papa (siempre previo a atizarles una buena ostia sin h), ya sabemos que no es verdad. No engaña usted a nadie.

No sirve para nada que nos haga anualmente el recuento de los frailes y monjas que quedan. Todos sabemos que la vida consagrada esta en crisis. Y es que en estos tiempo, las familias no mandan a su segundo hijo a servir a la Iglesia y a estudiar en algún seminario (consagrado mejor que son más baratos). Las religiosas y religiosos se mantendrán si la vida consagrada sigue teniendo sentido y si no, pues no seguirán. Y nadie los echará de menos.

Escribir, consiste en algo más que pegar un link a lo que escriben otros. Especialmente si son siempre los mismos.

Y por último, por más que lo intente, no le llega usted ni a la suela de los zapatos a los cappo canioneri de la información religiosa. Por mucho que le guste, usted en la actual conspiranoia ultra conservadora contra Francisco, pinta menos que Chafachorras en las Cortes.

Y no quiero despedirme sin acordarme de su gran amigo el padre Canali. Ese frailón lefebvriano de espesa prosa y estilo cercano al somnífero que se empeña en dar conocimiento a los amantes del supersticioso rito tridentino (más conocido como misa "de cullum"). Somo diría el zurdo, mago de enorme calidad, ¡No se puede ser más ladrillo! Es más plasta que lo único que sabe hacer la cigüeña.

¿Y que es eso? Fíjese en la foto. Está sacada de su blog. Eso es lo único que sabe hacer una cigüeña: cagar.

Y suelta unas cagadas que lo ponen todo perdido.

Escogió bien su pseudónimo. El ave que suelta los tronchos de guano más grandes de los cielos españoles.

Se lo digo con todo el cariño de un colega aviar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Maria de Nazareth

DECALOGO DEL FRIKI FACHA ULTRA CATÓLICO

DEBATE SOBRE TEISMO Y NO-TEISMO