CRÓNICAS DEL BÚNKER (2)

Por Hugo Z. Hazckenbush

¡Hay que ver! Estos chicos del búnker se enfadan enseguida.

Llega un obispo italiano y les prohibe hacer misas de "reparación" y se ponen como una moto quejándose mientras se rasgan las vestiduras públicamente.

Vaya por delante que a mi eso de prohibir no me gusta un pelo. Los amigos infovaticarcas tienen derecho a creer en las supersticiones que les de la gana. Conozco personas intelectualmente competentes que leen el "horroróscopo" todos los días y tocan madera cuando ven un muerto y no por ello pienso que son malvados o retrasados mentales.

Pero ....¿Se han parado a pensar estos talibanes por qué ha prohibido el Sr. Obispò esas misas de "reparación"?

En mi opinión, si alguna liturgia es manifiestamente contraria al mensaje de Cristo es la de reparación.

¿Quienes somos nosotros para "reparar" los actos de otros?

¿Acaso, en su inmensa misericordia, Dios necesita que reparemos los supuestos pecados de otros?

¡¡Pues vaya una mierda de Dios!!  ¡¡Y vaya unos presuntuosos los reparadores!!

¿Quién es usted, Sr. Ultra (se llame como se llame) para tratar de "reparar" mis actos, ni más ni menos que ante Dios?

Dios es Amor. No se me cansará la boca de decirlo. Sólo Amor. Todo Amor. Nada más que Amor. Nuestro dios es ternura, como decía el Hermano Roger de Taizé.

Y el Amor es comprensivo, servicial, y todas esas cosas que podemos leer en 1Cor 13, por lo que no necesita reparación ninguna.

Si usted, señor ultra, piensa que cualquier otro (incluido yo por supuesto) ha cometido una falta de Amor (que no otra cosa es el pecado) , acérquese con cariño a esa persona, trate de corregirle con humildad (que lo mismo el equivocado es usted) y si no le hace (hago) caso, rece a Dios pero no para reparar mi mal sino para que sea yo (o ese pecador hipotético) capaz de discernir el bien en lugar del mal.

Y si quiere ir más allá, coja todos sus bienes, déselos a los pobres y siga al maestro. 

Ese y no otro es el verdadero máximo sacrificio.

El resto de las "reparaciones" no son sino patéticas supersticiones que dicen muy poco de la confianza en el Amor de un Padre misericordioso hasta el extremo.

Eso sí, haga usted lo que quiera.pero gaste cuidado no le pase como a aquel que fue al curandero durante meses y cuando una infección estaba matándolo se guejaba diciendo: ¿Pero si me he gastado miles de euros en "terapia"? 

Haber ido al medico.