Eunucos por el Reino de los Cielos



Por Rufus T. Firefly


El título de esta reflexión es una cita bíblica. Es cierto, concretamente Mt 19, 12 y aunque puedan ser (o no) palabras reales de Jesús, me voy a permitir emplearlas de la misma manera (Aunque con mucho menos rigor intelectual. Uno no es tan bueno) que Uta Ranke Heineman en su más celebrado libro: Es decir como pretexto para abordar alguno de los temas más rancios sobre moral sexual en la Iglesia Católica, algunos de cuyos miembros nos denominan herejes permanentemente.

Me refiero al celibato. Ese invento absurdo de unos bienintencionados interpretadores de la "voluntad de Dios".

Y ¿Por qué me detengo en un asunto tan manido y tan pasado de moda si, a fin de cuentas, ni soy sacerdote, ni soy célibe, ni tuve nunca el más mínimo interés o deseo en ser ninguna de las dos cosas?

Pues porque hoy, leyendo alguna de las pajas mentales que se hacen los palmeros de Estebitan Cueceleches, he leído un comentario (repito, lo supongo bien intencionado) de una tal Mariela (a cada quien lo suyo) en el que hace dos afirmaciones realmente llamativas que ponen de manifiesto, cómo piensan los talibanes ultra católicos sobre la moral cristiana (no afirmo que Maríela lo sea aunque no me extrañaría nada) y cuál es la argumentación que recibimos quienes usamos la libertad de pensamiento para discutir o dialogar sobre asuntos como este.

Pues bien, Mariela afirma primero que "Si el fruto es malo, es porque viene de un árbol malo. Y el celibato es un árbol bueno."

Éste es un claro ejemplo de falacia de generalización apresurada: ¿Que es eso de que si el fruto es malo viene de un árbol malo? ¿Acaso si a mi me hacen daño los higos, me hará daño también la sombra de la higuera? O sin tratar de caricaturizar ¿Son acaso los padres culpables de las maldades de los hijos?

Y luego afirma "Y el celibato es un árbol bueno".

¿Por qué es un árbol bueno? ¿Por que sus frutos son buenos? ¿Desde cuándo?

La Iglesia Católica (Supongamos que es un buen árbol) ha generado frutos detestables (los asesinatos durante las cruzadas, las represiones a otras religiones por ejemplo el asesinato de Hypatia de Alejandría, la inquisición, las "hazañas" de papas como Alejandro VI Borgia) y ha dado frutos buenísimos (miles de santos, las acciones de los misioneros, la defensa de los indígenas de Bartolomé de las Casas, los oratorios de D. Bosco, las Hijas de la Caridad de Teresa de Calcuta,...) 

Por lo tanto, parece que un árbol bueno, puede dar frutos buenos... y malos.

Y ¿Quién sabe? Es probable que un árbol malo de frutos malos... y buenos, aunque normalmente, en la naturaleza, los árboles malos lo que hacen es no dar frutos. Un fruto siempre puede ser aprovechado por alguien. Si no suele un hombre comerse las bellotas que caen de la encina, que le pregunte al cerdo o a la ardilla si le gustan.

Pero es que luego, Mariela da un paso más y afirma tal y como suelen hacer los talibanes inquisidores que el celibato y la castidad son "mandato de Dios".

En primer lugar habría que establecer qué coño entendemos por castidad. Según Catholicos.net, castidad es "en la capacidad de orientar el instinto sexual al servicio del amor y de integrarlo en el desarrollo de la persona" no veo que tenga que ver esto con la virginidad o abstinencia, y sobre todo como podemos llamar castidad a aquello que se convierte en una mera represión del impulso sin canalizarlo a un amor efectivo hacia el prójimo. Y recordemos que el amor abstracto no existe. Solo existen las pruebas de ese amor.

Pero afirmar que esa es la "Voluntad de Dios" ya es pasarse varios pueblos.

En primer lugar, Dios no se ha manifestado nunca sobre el asunto. 

Si asumimos como verdaderas las dos manifestaciones más directas de Dios en la Historia (La conversación con Moisés de la que se derivan las Tablas de la Ley y la predicación de Cristo), no hay ni una sola referencia ni a la castidad ni al celibato.

En las Tablas de la Ley lo que se "manda" a los fieles es "No cometer adulterio", es decir "No engañar a la persona a la que amas, teniendo sexo con otra persona".

Pero es que es aún más sangrante tergiversar las palabras de Jesucristo en Mt 5. 28; porque ahí Cristo está hablando de dos cosas: primero de adulterio (es decir del mismo asunto que antes) y de dignidad de la mujer, que era repudiada a menudo sin mediar palabra por su marido en el Israel de Cristo.

Pero claro, tomamos dos citas bíblicas, las revestimos de platonismo y gnosticismo arcaícos (Y NO CRISTIANOS) les damos un baño de prejuicios e ignorancia medieval y nos vemos en pleno siglo XXI condicionando el uso de uno de los mejores regalos que Dios nos ha hecho (la sexualidad) a criterios ridículos y restrictivos.

Porque ¿De verdad creen ustedes que un cura no va a amar a su prójimo suficiente por echar un polvo de vez en cuando. 

Porque de echar un polvo estamos hablando. Al cura no se le prohibe amar a su madre, o a su padre de forma especial. Un cura puede tener una gran amistad con una persona, amara inmensamente a su abuela o ser cómplice de los actos buenos de otra de forma entregada. Según esta moral esto no le impide amara a su prójimo.

Según esta moral, lo que le impide amar al prójimo es echar un polvo.

Pues o bien quienes determinaron esta estupidez sobrevaloraban enormemente el sexo o es que pensaban en echar constantemente el polvo del siglo.

No estoy entrado aquí en valorar la moralidad de relaciones fuera del matrimonio o de la homosexualidad. Eso es objeto de otra reflexión. Probablemente será parecida a esta pero, no es de lo que estoy hablando.

Me refiero solo al celibato.

El celibato no fue obligatorio hasta el concilio de Nicaea, los apóstoles estaban casados y no hay ningúna prueba de que dejaran tiradas a sus mujeres. Pablo, probablemente no estuvo casado, pero lo mismo es que era muy feo, o muy plasta, o no encontró señora a su gusto... o ciertamente, para él era un problema real dado que estaba viajando constantemente fundar una familia; pero esa vida (la de Pablo) o es la de la mayoría de los curas.

Un cura no tiene más requisitos de movilidad que un guardia civil y nadie piensa que para ser guardia civil deba ser uno célibe.

Y eso sin entrar en los famosos clubes de castidad, que acaban siendo reductos de jóvenes (muy fe@s casi tod@s) con más represiones que un corsé victoriano y que, además, abandonan en cuanto tienen ocasión.

No he visto nadie más salido que un miembro de un club de castidad.

¿O es que los curas coptos o anglicanos son malos pastores de su Iglesia?

Mariela dirá: "Pero es que esos son herejes" y yo contesto: ¿Y qué? Yo también lo soy. Y el Papa ya dijo que el cielo está lleno de herejes. tendrá que ser ése mi camino para llegar a él.

Y seguro que es más placentero que el otro.

Besitos


Comentarios

Entradas populares de este blog

Maria de Nazareth

DECALOGO DEL FRIKI FACHA ULTRA CATÓLICO

DEBATE SOBRE TEISMO Y NO-TEISMO