Lo que nos une o lo que nos separa

Por Hugo Z. Hazkenbush

Hoy en mi rato de mortificación leyendo Infovaticarca ha caído a mis ojos un artículo de David Carlin, en el que , con mucha educación y sin dar voces, plantea sin embargo la forma más habitual de razonar de los neo tradis.

Según los tradis, la Iglesia debe defenderse. ¿De quién? Pues de todo el mundo.

De los ateos, de los herejes, de los protestantes, de los flojos, de los relativistas, de los científicos, e incluso de los seguidores del Atlético de Madrid.

El Sr Carlin afirma estar muy muy preocupado por la deriva de lka Iglesia y ruega a sus deudos que en sus oraciones le "traigan noticias de cualquier señal de recuperación católica. “Informenme”, les diré, “de cualquier obispo que haya sido lo suficientemente valiente como para excomulgar a un político católico pro aborto. Y cuentenme sobre cualquier diócesis en la que se haya descubierto que no hay un solo ejemplo de sacerdote homosexual”.

De donde se deduce que al Sr. Carlin que es un intelectual de postín e incluso político de relumbrón, lo único que le importa de la acción de la Iglesia es su lucha contra el aborto y la homosexualidad.

No le importa que la Iglesia atienda a más de 1.000 millones de pobres y desfavorecidos en todo el planeta, no le importa que sea referente moral en cuestiones de étíca política, que luche contra la guerra, la desigualdad, el hambre, el dolor y la opresión de los pueblos. No le preocupa que predique el Amor de Dios a las gentes ni que se convierta, o no, en la Buena Noticia anunciada a los más pobres.

Lo que le preocupa es que luche contra el aborto y los gays.

Así nos va.

Y este no es un ignorante o un inculto.

Si Cristo levantara la cabeza....

¡Que triste Dios mío!

Y por supuesto lo peor que podemos hacer, según el Sr. Carlin los católicos, es hablar con ateos, protestantes, musulmanes, agnósticos, votantes de Podemos, y militares sin graduación.

Hay que sacar de las Iglesias a todos esos malvados hijos del demonio.

No Sr. Carlin. No,

Usted no tiene el patrimonio de la verdad y la Iglesia ultra católica tampoco.

Es triste que gente como usted se arrogue la representación de los católicos y cristianos del planeta.

No nos representa.

Le compadezco.