Viganó o la voz de su amo

Por Fray Néstor Queimada

Lo cierto es que quienes estudiamos en su día en colegios salesianos y tenemos cierta edad, tenemos mucho cariño al apellido Vigano (Don Vigano, de nombre Egidio), puesto que fue el apellido de uno de los sucesores de Don Bosco con más carisma y parecido con el fundador.

Pero los buitres, ya se sabe, siempre se encargan de dar por culo y joder las cosas agradables de la vida, y tenía que salir un asno con ese apellido.

El obispo Viganó, de nombre Carlo María, obispo que ya no será cardenal; ha sido uno de los prototípicos clérigos de "alta gama" producto de una Iglesia clerical y centrada en sí misma, del tipo de la que nos ha puesto en alerta Francisco durante su pontificado.

Ultra rico, no dudo en quedarse con parte de la herencia de sus padres que le correspondía a su hermano discapacitado (con más de 6 cifras, esa herencia) y fue condenado por los tribunales italianos a resarcirle, condena que no debería haber sido necesaria si el señor arzobispo hubiera leído con interés aquello de 1Cor, 13.

Pues este señor, que esperaba la púrpura de cardenal al ser nombrado nuncio en Gringolandia se ha apropiado el papel de martillo de herejes contra Francisco y obedeciendo a la voz de su amo (y es que vivir mucho con piratas, y los gringos lo son, hace que acabes con un parche en el ojo y un garfio en la mano), ha optado por poner la voz en grito protestando contra todo lo que hace el Papa.

Es cierto que el Papa pasa de él como del guano de cigüeña (en el fondo Vigano no es mucho más que eso) pero no deja de ser utilizado por el colectivo ultra tradi talibán para justificar sus exabruptos contra un Papa que ha decidido hacer de los más desfavorecidos el sujeto principal de su pontificado y de la Iglesia que quiere construir.

Fue conocida su entrevista con Marco Tosatti "Don Marco il cappo della mafia clericale" en la que acusó a Francisco de connivencia con el depredador sexual Mc Carrick, declaraciones que solo pusieron en evidencia a entrevistado y entrevistador.

Después dijo que había sido amenazado de muerte y que por eso estaba muy escondido. De hecho solo saben donde está los ultras que le entrevistan y los hiper riquísimos inquisidores que lo financian, y la consecuencia es que el resto de los católicos estamos más tranquilos con él escondido. Al menos solo da por culo en ciertas entrevistas.

Y ahora, se ha liado la manta a la cabeza y ha acusado al Papa de hereje y cismático por el asunto del Sínodo de la Amazonia y las estatuas indígenas.

Está claro que este sujeto, no entiende que tan imagen de madera es una que represente a la Pachamama que otra que represente a la Virgen de Loreto (María de Nazareth es muy difícil que pisara esa ciudad italiana) y si una es idolatría, la otra también.

Que lo único que ha hecho el Sínodo es acercar la realidad de Dios a comunidades muy pobres y desfavorecidas, y les ha hablado en un idioma que pueden entender y que lo que ellos llaman "Pachamama" o "Madre Tierra", son solo producto de la obra de Dios.

Pero.....¿He dicho a comunidades muy pobres y desfavorecidas?

Claro, ese es el problema.

Las reformas de Francisco dejan en mangas de pelotas a los hiper ricos gringos que tratan de justificar su hiper riqueza como entregada por Dios. Muestra que no tienen a Dios de su parte y les pone en evidencia.

Y por eso quieren acabar con el Papa. Quieren elimenarlo y que un amiguete ocupe su lugar.

Y Vigano, solo es el pregonero. El no va a ser el sucesor (no es más que arzobispo y no participa en el cónclave) y solo se quema para que otro ocupe su lugar sin desgaste.

Y seguro que no lo hace gratis, como Tosatti (su portavocero) tampoco.

Ya sabéis: "Buscad la pasta" y encontraréis el culpable.