La revolución de los "Maricas"

 


Por Hugo Z. Hazckenbush

Iba a titular esta reflexión como la revolución de los ricos y la represión por los pobres, pero se entendería mal y a pesar de poder parecer políticmente incorrecto he preferido titularla "la revolución de los "maricas"", porque cualquier avance de la Iglesia en relación a este asunto se deberá, exclusivamente, a un esfuerzo de tolerancia hacia los cristianos por parte de ese colectivo.

Vaya por delante que en este modesto blog, no hay ningún colaborador gay, por lo que cualquier reflexión que hagamos sobre el problema estará sesgada por ser una reflexión sobre el tendido. No ve igual al toro el torero que el aficionado que lo ve cómodamente desde la barrera o la grada.

El hecho objetivo es que una mayoría de obispos alemanes han deidido que hoy día 10 de mayo van a bendecir de forma conjunta y premeditada uniones conyugales homosexuales en diferentes templos de Alemania.

Vaya por delante que, en mi opinión, es un paso muy pequeño, apenas un acercamiento a los problemas generados por cientos de años de represión del mundo gay por parte de la Iglesia Católica, pero cualquier avance comenzó por un primer paso y siempre fue un paso pequeño.

La reflexión de fondo es profunda y yo no quisiera ir a las razones teológicas que han hecho que la Iglesia Católica  haya reprimido a los gays durante toda su historia, sino al mecanismo que hace que ese error se conserve en la doctrina  durante tanto tiempo.

La Iglesia Católica basa su fuente de doctrina en tres vías principales: La revelación, La tradición y  el magistrio de la Iglesia.

En principio, parece una afirmación inofensiva pero como todo axioma, es importante  estudiar el uso que se hace del mismo y qué quiere decir la Iglesia con esa afrimación.

Esta "inofensiva" afirmación lleva a considerar como "Palabra de Dios" afirmaciones que no salieron de la boca de Jesucristo y mucho menos de Dios y a considerar Dogma de Fe deretos que solo vienen de los intereses y creencias de unos cuantos jerarcas eclesiásticos, normalmente bien intencionados, pero que debido a que se pronunciaron sobre esos temas hace centenares de años, conocían el mundo, el universo y la realidad menos que mi sobrino de 12 años, y nosotros seguimos llamándoles "Doctores de la Iglesia"

Una prueba de ello son los dogmas marianos sobre la virginidad de María de Nazareth. dejando aparte el hecho de que el relato evangélico de la anunciación y el nacimiento de Cristo sea o no una certeza histórica, que como buenos herejes podemos ponerlo en duda, los textos bíblicos indican claramente que María de Nazareth tuvo sexo con su espòso y tuvo otros hijos. Sin embargo el dogma de la Iglesia Católica dice, en contra de las escrituras, en contra de la ciencia, y en contra del sentido común que fue virgen, antes, durante y después del parto y no solo eso sino que su propio nacimiento estuvo libre del pecado roiginal.

¿Y en que se fundamenta para ello? En la tradición y en el magisterio de la Iglesia, o lo que es lo mismo en el "siempre ha sido así y nosotros hablamos por boca de Dios y no nos equivocamos nunca"; cosa que también se contradice con la cantidad de errores cometidos por la Iglesia a lo largo de su historia (recordemos que hubo un tiempo en que fuimos arrianos y luego nos despertamos católicos).    

¿Que tiene que ver esto con el "asunto gay"? Pues que el fundamento oficial de la persecución inquisitorial de los gays por parte de la Iglesia es similar a la contumacia en el "antes, durante y después del parto" y está fundamentado en la misma histeria colectiva que la Iglesia ha mantenido sobre el sexo a lo largo de su historia.



Partamos de la base de que no parece que a Jesucristo le interesara lo más mínimo la moral sexual. Jesucristo no dice una sola palabra de sexo en su predicación y se limita a hablar del asunto del "adulterio", haciéndolo además de una manera absolutamente transgresora y de algún modo feminista (sobre todo comparándola con la mentaluidad judía de la época) porque cuando trata del tema es:

- O bien para no juzgar (solemos decir erróneamente "perdonar") a la mujer adúltera (que no prostituta) frente a toda la comunidad dispuesta a lapidarla y sobre todo acuñando la hermosa expresión: "Mujer, nadie te juzga. Yo tampoco lo hago. Vete y no peques más" (¿Nadie más ve absolutamente lamentable que nos fijemos en el "vete y no peques más" y no en el "nadie te juzga,Yo tampoco lo hago"?)

- O bien para advertir a quienes utilizan a las mujeres en su propio beneficio repudiándolas y desahciéndose de ellas cuando están ya viejas e infértiles. Es igualmente lamentabe que los católicos se fijen siempre en el asunto de "quien miró a una mujer deseándola ya adulteró en su corazón" y lo hacen fuera de contexto. No está hablando de deseo sexual sino de traición a la palabra de amor dada. Solo un hombre casado puede ser adúltero.

Por lo tanto, ¿Por que no extender esta misma actitud a los homosexuales y resto de tendencias sexuales alternativas?

¿Por que no extender el "Yo tampoco te juzgo" a cualquiera que sea juzgado por razones de comportamiento sexual consentido y por que no pedir el mismo respeto a la palabra de amor dada, sea cual sea el modelo de amor que se de?

¿No sería eso mucho más "cristiano" puesto que se trata de imitar a Cristo?

¿Cuándo dejaremos de juzgar a nuestr@s herman@s sean homosexuales, heterosexuales, bisexuales, o del Atleti?

Por otra parte hay una pregunta a la que yo si tengo la respuesta ¿Por qué la jerarquía y el cristianismo tradicionales desprenden tanto odio a ciertos "pecadores" como los homosexuales o las mujeres que abortan?

Porque ellos en principio están exentos de ese pecado (Los muchos clérigos pederastas, muchos de ellos gays, son solo una muestra más de su perversión, dirán). Ellos no pueden abortar por razones obvias y al ser célibes (o laicos fuertemente reprimidos) es un pecado que no se les supone y pueden sentirse implicados en la "lucha contra el mal".

Por eso encontramos cristianos y clérigos que destilan bilis contra homosexuales y mujeres que abortan, pero permanecen impasibles contra los especuladores, o los que generan pobreza, miseria o guerra.

Ellos ya tiene su chivo expiatorio. ellos ya tienen su aborto y su homosexualidad para justificar su activismo cristiano. Y es por eso, porque se están justificando, por lo que luchan con tanta vehemencia.

Mi más profundo apoyo y respaldo a esos curas y obispos alemanes que han decidido, a imitación de Cristo, escribir palabras en la arena y levantar la cabeza para decir: "Hermano nadie te juzga, vete y sigue amando con fuerza"


Nota: Se incorporan a la redacción de esta modesta revista dos amigos que hace tiempo que estaban deseando hacerlo, el historiador de la realidad actual D. Higo de Puta, doctor en filosofía de la realidad prexistente por la Universidad de Colliguilla (Utah) y D. Papo Real licenciado en historia del futuro venidero por la Universidad de Ulan Bator y director del aula de estudios prospectivos del pasado del Tristiny College de Oxford. Ambos se dedicarán a escribir y divulgar biografías históricas (o no) de ciertos personajes que estuvieron o están (o no) implicados en los devenires del mundo religioso.
Sed bienvenidos




    



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