Justificar lo injustificable
Por Hugo Z. Hazckenbush Hace muchos años, cuando era un jovencito con ínfulas de escritor, ínfulas que la realidad ha reducido en su debida forma, y por eso de participar en un concurso de cuentos de navidad que hacían en mi pueblo; escribí una historia en que los Reyes Magos que venían como cada año a España a traer los juguetes y regalos a los niños que se habían portado bien, tuvieron que recurrir a Correos, porque ni a Baltasar (africano, subsahariano y negro) ni a Gaspar (que parecía español pero era ecuatoriano) les dejaron pasar la frontera y sólo Melchor con su pasaporte gringo y barba blanca (es decir un rey mago WASP, o más bien WASC) pudo cruzar y le tocó organizar el solito el reparto de regalos. Nada me podía hacer pensar que ese cuento de dudosa calidad literaria, sería de enorme actualidad muchos años después. En una web de las que tanto me gusta hablar en "Crónicas del Bunker" llamada "Adelante la Fe" (como si fueran los ultrasur de la Fe o ...